Araucanía: Las comunidades sin paz hace más de 500 años

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Origen y conflictos de soberanía

La idea de la Nación mapuche y su injerencia en la política local de los países más australes del mundo, así como la relación entre ellos, está cobrando cada vez más relevancia. Los constantes ataques a propiedad privada e instituciones públicas y la usurpación de terrenos pertenecientes a reservas naturales protegidas han llamado la atención de medios de comunicación. En ellos, distintos disertadores y opinadores esgrimen sus argumentos tanto a favor del pueblo originario, como de las repúblicas que ejercen soberanía y control de la violencia legítima en sus territorios.

Este ruido mediático sobre dicha problemática generó una gran polarización en la sociedad, que no está logrando calmar el conflicto. En muchos casos, prolongar estas discusiones termina por incrementar la violencia y la conflictividad.

Mapuches en la actualidad

Para dar un poco de luz, explicaremos los motivos del reclamo que tiene el pueblo mapuche en los territorios de la Patagonia, en el caso del territorio argentino, y en las regiones de la Araucanía y Los Lagos en Chile. 

Para mensurar la magnitud de los descendientes de este pueblo, en ambos países totalizan aproximadamente 2 millones de descendientes Mapuches o Araucanos (haremos uso de ambos nombres indistintamente en este artículo). De los mismos, la gran mayoría se encuentran viviendo en Chile, con un total de 1.745.147 descendientes, siendo un 79,8% del total de los pueblos indígenas u originarios del país; y habiendo en Argentina un total de 205.009  descendientes censados, siendo en este caso, un 21,47% del total de la población descendiente de pueblos indígenas u originario. 

En el caso del país trasandino, los descendientes de este pueblo se distribuyen más a lo largo del territorio, habiendo porcentajes importantes de esta población en la región metropolitana de Santiago. Por otra parte, en el caso de Argentina, las distintas comunidades se encuentran a lo largo del bosque andino patagónico y la meseta patagónica. Principalmente en las provincias de Neuquén, Rio Negro y Chubut; y con una muy pequeña presencia en las provincias de Santa Cruz y Mendoza. Esto lo convierte en el pueblo originario con mayor distribución geográfica del país.

Una vez ubicado geográficamente el pueblo y mesurada la cantidad de pobladores que tienen hoy en día, es importante conocer el origen de su presencia y posteriores demandas en estas tierras, que luego pasarían a conformar los territorios nacionales de las repúblicas del extremo sur del continente.

Origen histórico y demanda del pueblo mapuche

Para realizar una somera periodización histórica de esta población debemos entender que este pueblo se originó y perduró la mayor parte de su existencia únicamente en el actual territorio chileno, donde los primeros indicios de restos culturales de antecesores datan del siglo V d.C. Luego se fue formando en la Depresión Intermedia de la actual República de Chile a partir de distintas poblaciones, que mantuvieron el dominio de la región hasta la expansión del imperio Inca hacia el siglo XV.

En el año 1495 tuvo lugar la sangrienta batalla de Maule entre el imperio Inca y los Picunches (una comunidad Mapuche que se encontraba habitando las inmediaciones del río Maule en Chile). Esta batalla delimitó el avance de los incas hasta dicho río, e hizo movilizar a las poblaciones que no se hacían súbditas hacia el sur del país. Cabe aclarar que la población araucana estaba compuesta de una diversidad de comunidades y se encontraba lejos de estar unificada.

Posteriormente, el pueblo Mapuche, con la colonización del imperio Inca por parte de los españoles, pudo establecerse mejor en el territorio, pero pronto se tuvieron que enfrentar a la expansión española. La Guerra del Arauco tuvo su origen hacia mediados del siglo XVI y concluyó para la segunda mitad del siglo XVII. Este suceso delimitó la frontera de los pueblos más al sur del territorio trasandino, en el Río Biobío (el cual hoy en día delimita la región de la Araucanía).

A razón de estos conflictos que terminaron con la ocupación de la Araucanía por parte de los ya independientes ejércitos criollos chilenos para el siglo XIX, los Mapuches realizaron expediciones y migraciones del otro lado de la cordillera, en donde realizaron un proceso de “araucanización” de los pueblos originarios que se encontraban en la Patagonia argentina. Este proceso llamado araucanización no era otra cosa que la absorción de los distintos pueblos tanto de manera pacífica como violenta; lo que contribuyó a terminar con la existencia independiente de distintas tribus y comunidades del sur de Argentina que pasaron a ser parte de la etnia Mapuche. 

Con el paso de los años, se adoptaron esas prácticas violentas acechando al resto de las comunidades en Argentina y con las ciudades fundadas cerca de la frontera del “desierto” patagónico, concluyendo en dos campañas del Desierto: una en 1833 capitaneada por Juan Manuel de Rosas y la segunda de 1878 a 1885, en las que se arrasaron estas comunidades y se consolidó el territorio nacional argentino.

Durante la ocupación chilena en los territorios de la Araucanía y la campaña del desierto, el francés Orélie Antoine de Tounens viajó a Chile influenciado por literatura española sobre este pueblo. Él proclamó la creación del Reino de la Araucanía y la Patagonia hacia fines del 1860 y con este crearía un régimen independiente de toda potencia extranjera. Esto no prosperó a pesar de haber tenido apoyo de distintas comunidades. Terminó apresado y enviado nuevamente a Francia por parte del gobierno de Chile. Regresó años más tarde para retomar su labor en 1871, pero fue nuevamente expulsado para no regresar jamás al territorio.

A pesar de lo corta de la experiencia y de la poca extensión en el tiempo, es este proyecto de reino independiente el que hoy en día moviliza a los colectivos radicalizados mapuches. Durante el siglo XX, los mapuches generaron distintas organizaciones, con múltiples ideologías y fundamentos, pero con un mismo objetivo: recuperar la tierra que les había sido usurpada y conservar su cultura.

Estos movimientos ingresaron en la política chilena, se dedicaron a la toma de tierras y continuaron radicalizándose para la época del presidente Salvador Allende. Luego lograron pactos y reestructuraciones en la época de la dictadura de Pinochet, en donde se les devolvieron territorios que pertenecían a distintas instituciones creadas durante la reforma agraria. Por este motivo lo nombraron al dictador como Ulmen Futa Lonco, lo que se puede traducir como “gran autoridad”.

Durante este periodo, se crearon consejos regionales que canalizaban las demandas y tenían como objetivo la creación del Wallmapu (que significa Nación o país mapuche independiente); una forma de renombrar aquel concepto de Reino de la Araucanía. Durante la concertación en Chile los reclamos fueron creciendo y extremándose, pero gracias al diálogo lograron que utilicen las vías institucionales para hacerlos. Esto no fue determinante ya que, con el paso de los años y la consolidación democrática, perdieron el carácter institucionalista y los grupos extremistas derivados de las ideas que ya estaban presentes en los consejos regionales llevaron a nuevas problemáticas y conflictos.

Del otro lado de la cordillera, desde la constitución del territorio nacional, el pueblo mapuche había quedado relegado a pequeñas comunidades sin mucha injerencia en los asuntos de la cosa pública. No fue sino hasta los gobiernos del matrimonio Kirchner en Argentina que mantuvieron discursos progresistas e indigenistas, dándoles cierta legitimidad a las tomas de tierras y movilizaciones de estos consejos y sus derivados grupos extremistas. En esta época también creció el número de manifestantes y personas afines a los reclamos de este pueblo canalizados en el grupo extremista RAM (Resistencia Ancestral Mapuche).

Reclamos territoriales, políticas de reconocimiento y conflictos violentos

araucanía
Fuente: MDZ ONLINE

Ya conociendo el origen del pueblo y sus reclamos podemos hablar de las políticas de reconocimiento vigentes en ambos países. En Argentina hay leyes de reconocimiento de todos los pueblos originarios como: la Ley 23302 que crea el INAI, con el objetivo de asegurar el ejercicio de la plena ciudadanía a los integrantes de pueblos originarios; la ley 24071 que reconoce el convenio 169 de la OIT sobre pueblos indígenas y tribales en Países independientes; el decreto 700/2010 que creó la comisión de análisis e instrumentación de la propiedad comunitaria indígena.

También están reconocidos en el Código Civil y Comercial; la ley 26160 declaró la emergencia en materia de posesión y propiedad de las tierras que tradicionalmente ocupan las comunidades indígenas originarias del país con personería jurídica inscripta en el Registro Nacional de Comunidades Indígenas, en organismo provincial competente o las preexistentes; la resolución 4811/1996 que creó el Registro Nacional de Comunidades Indígenas (Re.Na.Ci); y la resolución 328/2010 que creó el Registro Nacional de Organizaciones de Pueblos Indígenas (Re.No.Pi.).

En el caso de Chile, existe una Ley marco de 1993, la Ley 19253, que establece normas sobre protección, fomento y desarrollo de los indígenas, y crea la corporación nacional de desarrollo indígena. En ella se reglamentan y establecen todos los derechos de los pueblos indígenas, haciendo foco en aquel que representa a más de tres cuartos del total de los integrantes de estos pueblos, que son los Mapuches. Se reconoce también el dominio sobre sus tierras y la capacidad de poder obrar conforme a su cultura, siempre y cuando no altere la moral, las buenas costumbres y el orden público.

Además, en el intento de reforma constitucional, se planteó que la nueva ley fundamental del país trasandino lo constituya como una república “Plurinacional”, copiando la terminología implementada en la Constitución de la República de Bolivia del año 2009. Sin embargo, este proyecto no prosperó porque no fue aceptado por la mayoría de la población.

Entre los reclamos territoriales ya mencionados está el territorio de Wallmapu, que constituye la región de la Araucanía en Chile y un amplio territorio de Argentina (las provincias de Rio Negro, La Pampa, Buenos Aires, Santa Cruz y Neuquén). Aun así, el único antecedente de un pasado en común entre las distintas comunidades es  la creación del Reino de la Araucanía, que nunca logró  implementarse puesto que no conforman un pueblo unificado con normas y una institucionalidad establecida, sino que son un colectivo de distintas comunidades que tienen un idioma en común y comparten rasgos culturales.

Entonces, ¿Cómo nos afecta este conflicto hoy en día?

Como conclusión podemos visualizar cómo afecta todo esto a nuestra situación actual. Tenemos que remarcar que la violencia que sufrió este pueblo desde la guerra con el imperio Inca, la colonización por parte de los españoles y las campañas de consolidación de los territorios de Chile y Argentina no son motivos para justificar ningún tipo de comportamiento delictivo o subversivo. A partir de los reconocimientos políticos y sociales, en los últimos años se avanzó hacia una mayor aceptación de las comunidades de este pueblo. 

No obstante, las organizaciones extremistas en los últimos años han respondido de manera violenta contra la sociedad, con tomas de tierras, cortes de rutas, posesión de armas largas, homicidio, daño y usurpación áreas naturales protegidas, incendio y destrucción de instituciones públicas y religiosas como los templos católicos, entre otros actos delictivos. Arrogándose el derecho sobre estas tierras, intentan utilizar estos actos como método de extorsión  y de miedo. Incluso hay quienes consideran que esto puede asemejarse a actos de terrorismo similares a los implementados por algunas guerrillas subversivas de mediados del siglo pasado.

Es importante la canalización de las demandas de los pueblos originarios por medio de las vías institucionales para evitar todo tipo de actos violentos. Caso contrario, los hechos muestran que la escalada de violencia alcanzó, incluso, el fallecimiento de jóvenes miembros del pueblo originario en pleno conflicto con las fuerzas de seguridad.

Rodrigo García

Rodrigo García tiene 22 años y es Licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Católica Argentina. Se especializó por medio de cursos y seminarios en las temáticas de Derechos Humanos, Liderazgo, Gestión, oratoria y en la adopción de políticas basadas en el Bien Común y la Dignidad Humana. Participó durante más de cuatro años en la dirección de un voluntariado social de formación de niños y jóvenes, en donde se encargó del área de formación humana integral.
Entre sus temas de interés se encuentran los cambios políticos e ideológicos en América Latina y la fortaleza o debilidad institucional de estos desde un análisis basado en la política comparada. A su vez tiene interés en los reclamos de Soberanía, tanto a escala regional como global.

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2 Comments
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El gallo
El gallo
02/03/2023 4:28 pm

Faaa ! Linda investigación te echaste. Lo que sí, hay que tener en cuenta que los araucanos también atacaban las fronteras argentinas, por eso fue la conquista del desierto, no porque se le cantó a Roca.

Además me parece que si en Croacia salen un par de gente que se dicen Yugoslavos y piden que se les devuelva su tierra porque son «originarios» y se les hizo violencia al quitársela, no sé las va a devolver nadie, perdieron la guerra y listo.

Rodrigo García
Rodrigo García
Responder  El gallo
03/03/2023 9:55 pm

Te doy la razón en la beligerancia del pueblo araucano, hay partes que tuve que recortar por la extensión del artículo. Es más, un hecho innegable que las incursiones violentas de los araucanos en los poblados cercanos a «la frontera» fueron importantes para que se lleve a cabo la conquista del desierto. Pero también Roca estaba motivado con la consolidación del poder estatal en todo el territorio nacional.
Por otra parte lo que decís de Croacia y Yugoslavia no es tan así, ya que el segundo fue un Estado conformado por distintos grupos étnicos artificialmente después de la primera guerra mundial y se disolvió a finales del siglo XX por el motivo que vos ves inválido. Cada grupo étnico/nacional entro en conflicto en una de las guerras más sangrientas y aberrantes, y se terminó por separar en Estados para cada uno de estos grupos.
Gracias por tu comentario. Saludos.