Ha iniciado una alteración radical para la vida humana, pues ahora grandes innovadores tecnológicos han puesto su atención en una apuesta tecnológica revolucionaria: el Metaverso. Pero, ¿Qué es el Metaverso?. Es un espacio digital que pretende imitar al mundo real en acciones, elementos, lugares, entre otros. Resulta tan inmenso como el actual globo.
Esta invención parece haber sido sacada de una película de ciencia ficción, pero es algo real que Microsoft, Facebook e incluso el famoso Silicon Valley están considerando en realizar. Curiosamente, este proyecto se ha expresado en muchas series como Black mirror o Kiss me first, en videojuegos como los Sims, Roblox y Fortnite, e incluso películas como Ready Player One. Entonces, parece ser algo que el colectivo siempre ha deseado.
Actualmente todavía es visto como un sueño utópico, dentro de unos años ya no lo será. Por lo pronto no habrá un escaneo físico que exprese la apariencia real de una persona, sino que la expresión física (virtual) de las personas se dará a través de avatares, que son posibles de modificar al gusto de los usuarios.
Recientemente, el creador de Facebook (Mark Zuckerberg) ha decidido apostar seriamente por el Metaverso, tal es así que ha decidido cambiar el nombre de Facebook a “Meta”. En una presentación que realizó relativa al tema mostró ligeros atisbos del Metaverso, empezando por el hogar (Horizon Home) que es el punto de partida. Allí podrán los usuarios comunicarse con sus contactos, es decir, podría crearse un espacio común donde personas de todo el mundo trasladen sus avatares a la sala del hogar y conversen, moverse en ese entorno e incluso interactuar con objetos.
A nivel macro, en la presentación se mostró el mundo del Metaverso (Horizon World), que será el entorno en que podrán integrarse diferentes empresas que quieran participar del proyecto. Se expusieron espacios donde los usuarios pueden realizar compras de artículos decorativos u otros bienes, llamado Horizon Marketplace, y un entorno virtual en el que se puede trabajar cómodamente, llamado Horizon Workrooms. Horizon Workrooms reproduce objetos y situaciones de oficina, lo que significa que si se desea organizar una junta, simplemente los individuos se conectan al Metaverso y sus avatares aparecen reunidos en la sala de juntas y pueden discutir proyectos o aprobar iniciativas.
El propósito de Facebook es que su Metaverso se destaque por encima de los que desarrollen otras empresas y se convierta en el principal. Lo cierto es que el Metaverso que más se destaque tendrá más control y beneficios económicos, integrando a los negocios que participen del Metaverso a la empresa creadora.
Como una pequeña aclaración, el Metaverso no se tratará de un monopolio que caerá en manos de una sola empresa que gozará de la concentración de todos los usuarios bajo el nombre de su marca y no permitirá la admisión de ninguna otra empresa, sino que se tratará de un espacio libre donde las empresas podrán expresarse de la forma que consideren apropiada.
Obviamente la empresa creadora poseerá mayores beneficios, pero esta debe estar anuente a la integración de distintas empresas en su plataforma o a la creación de alianzas, debido al reto que supone la creación y desarrollo de un Metaverso. Se espera que el Metaverso esté repleto de micropagos, como para alterar el vestuario de los avatares o para redecorar una habitación de su hogar, por mencionar unos ejemplos.
Puede que esta iniciativa se haya visto impulsada recientemente debido a la situación ocasionada por la pandemia del Covid-19. Las personas son individuos sociales, necesitan de interacción, contacto y relaciones para mantenerse activas y sanas. Con este proyecto las personas pueden estar unidas en un espacio virtual no solo viendo sus rostros a través de una cámara, sino estando en el lugar que deseen y realizando su actividad favorita. En este mundo virtual las posibilidades son infinitas: una agrupación de amigos podría estar esquiando en el desierto o explorando las estrellas. Es simplemente un pensamiento alentador, casi un sueño hecho realidad.
Además se ha mencionado la posible imitación de grandes ciudades como Nueva York y Shanghái en el panorama virtual, e incluso conciertos. El Avatar tendrá libertad de creación no solo de su apariencia sino también de lugares, edificaciones y negocios a gusto personal, lo que significa que las personas podrían ganar dinero a través de esta plataforma desde la comodidad de su hogar; un nuevo nivel del teletrabajo. Facebook no ha sido la única empresa que ha profundizado sobre su proyecto del Metaverso.
La empresa Nvidia también ha hecho públicas sus intenciones con la apuesta innovadora, llamada Omniverse. Se trata de un espacio de pruebas para crear gemelos digitales, es decir, un entorno donde será posible crear réplicas de maquinarias para poder probar su efectividad, detectar fallos y posibles mejoras. Esto implica un gasto menor a la hora de constituir bienes e incluso quizás llegue un momento en el cual simplemente no haya que realizar pruebas y solo se confíe en las prácticas realizadas virtualmente.
Además, la empresa formalizó una alianza con BMW para realizar una réplica idéntica de su fábrica en Alemania. Puede verse que este mundo virtual no solo servirá para alentar el ámbito social, sino también como parte fundamental en la industria y manufactura de bienes. Programadores e ingenieros podrán hacer uso de los gemelos digitales para realizar pruebas iniciales de sus proyectos que podrían ser simulaciones de software, edificios, autos, aeropuertos, e incluso robots.. Este proyecto serviría incluso en el área de salud para practicar procedimientos quirúrgicos todas las veces necesarias hasta que sean realizados de forma perfecta.
Sobre el ámbito laboral se ha propuesto la idea de crear puestos de trabajo hábiles únicamente en el Metaverso, por ejemplo; que alguien se encargue del manejo de una tienda de bienes virtuales. Algo similar existe actualmente como los NFT “Token no fungible” se refiere a contenido que existe puramente en el mundo digital) pues los creadores de estos han ganado mucho capital y solo existen en el mundo virtual.
Sobre las herramientas que podrían utilizarse para interactuar con el Metaverso, se ha especulado acerca de gafas de realidad aumentada, pantallas con alta definición o relojes. Al mismo tiempo se está trabajando en otros recursos como sensores que registren los movimientos físicos para traducir esos movimientos al ámbito virtual y que el avatar los imite, y artefactos que interpreten expresiones faciales para la recreación de estos por parte del avatar.
El metaverso no está exento de peligros. Uno de ellos es el que se denota en Second Life: un mundo ideal y un mundo perverso. En este último existen secciones de mapas en los que se desarrolla la tortura, prostitución infantil, venta de estupefacientes y armas, y estas influencias llegan a pervertir a los usuarios más curiosos que algunos son niños. También se han dado casos de hackers en estas plataformas que realizan delitos por medio de Second Life.
¿Qué pasaría si esas influencias genuinamente alientan la realización de actos ilícitos en el panorama real? No es posible saber la profundidad del impacto que podrían desarrollar esos actos adaptados al Metaverso. Lo cierto es que la plataforma Second Life pertenece a la Deep web, por lo que es difícil integrarse al sitio.
¿Seguiremos siendo humanos relacionándonos con humanos? El proyecto del Metaverso es increíble y muy útil; sin embargo, desde otra perspectiva, encapsularía aún más a los humanos orillándolos a tener menos contacto entre ellos. Nada reemplazará la genuina forma humana de relacionarse, estando en el mismo lugar con otras personas, siendo capaces de ver sus expresiones reales y tener contacto físico verdadero.
Se puede imitar, pero no replicar, por lo que se debe contemplar el hecho de que el público puede verse tan absorto en el mundo virtual que puede descuidar el mundo real. Podría quitarle a las personas su identidad humana y convertirlos en ¿esclavos? totales del mundo digital. Sin lugar a dudas, los años venideros estarán caracterizados por estas preguntas y el desafío recae en encontrar un balance entre la innovación digital y la realidad humana.
Imagen portada: Deusens