La postura de John Mearsheimer en la guerra ruso-ucraniana: una aproximación entre las posiciones realistas y liberales en las Relaciones Internacionales

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El artículo de John Mearsheimer “Por qué la crisis en Ucrania es culpa de Occidente» ha desatado discusiones entre los teóricos de las Relaciones Internacionales desde que fuera publicado en el año 2015. John Mearsheimer ha utilizado la tesis realista para generar argumentos en contra del apoyo de los Estados occidentales a Ucrania en sus pretensiones de emanciparse de la Federación Rusa. Para Mearsheimer, la verdadera culpa de la crisis no son los intereses expansionistas e imperialistas de la Federación Rusa, sino la expansión de la OTAN desde la década de los 90’ hasta la actualidad; expansión acompañada por la entrada de una gran cantidad de Estados ex-soviéticos a la Unión Europea.

Un argumento polémico

En primera instancia, Mearsheimer escribió el artículo no en defensa del Kremlin, sino en acuerdo a la tesis realista de las Relaciones Internacionales y, lo más importante, fue escrito en 2014 en un contexto distinto al actual. En aquellos años, la entrada de diversos Estados a la OTAN era sumamente visible, y las maniobras rusas para anexar la península de Crimea como una región autónoma fueron pacíficas y sumamente eficaces. Aun así, Rusia violó la soberanía de Ucrania, la convención de Helsinki de 1975, y múltiples tratados bilaterales firmados por ambos países en los años 90’, especialmente el Memorándum de Budapest de 1994. 

En contraste a la actual invasión y asedio de cada una de las ciudades ucranianas, Mearsheimer presenta un argumento que parece tener sentido en la superficie, pero que no resiste un examen más profundo. Más bien, sus apreciaciones bien pueden ser equívocas. Una de sus primeras aproximaciones pueden ser puestas en duda. Por ejemplo, ¿Realmente se puede hablar de la expansión de la OTAN?  

Por el momento, la OTAN no ha obligado a gobiernos democráticos a unirse, sino más bien, muchos países de la antigua esfera ex soviética han pedido unirse a la organización a partir de redefiniciones estratégicas respecto a sus hipótesis de conflicto para defender la soberanía de sus respectivos Estados.

Los países del antiguo bloque de Varsovia vieron en la caída del Telón de Acero una forma de liberarse de la llamada “rusificación” impuesta por la centralidad del imperialismo soviético heredero del antiguo imperio Ruso. A su vez, han construido nuevas narrativas de identidades nacionales a partir de la construcción de instituciones democráticas sólidas, capaces de brindar gobernabilidad en la apertura de estas sociedades pos soviéticas hacia el capitalismo y la globalización del siglo XXI.

Por lo que el argumento de Mearsheimer, requiere evadir los deseos e intereses de los países de Europa del Este.

Opiniones de los europeos sobre la importancia de la OTAN y las inversiones en defensa para su seguridad nacional. EUI-YouGov, 2018-2022.

Para Mearsheimer la crisis comienza en el año 2008 con la Conferencia de la OTAN en Budapest que tuvo como principal hito un plan para el ingreso a la OTAN de Georgia y Ucrania, lógicamente tras la intervención rusa en Georgia. Sin embargo, para el año 2010 los ucranianos en general se inclinaban por el no ingreso a la OTAN para no provocar a Rusia, a su vez el ejército ucraniano estaba completamente desgastado luego de años de falta de inversión y de presupuesto.

Por otra parte, los requisitos para entrar la Unión Europea para un país como Ucrania eran incumplibles en un plazo máximo de 10 años, pues las reformas del Estado y los requisitos de adopción de las reglas comunes europeas generaron una enorme brecha para el ingreso de Ucrania en la Unión Europea. 

Por lo que las propuestas de Mearsheimer cobraban un mayor sentido: “Debemos crear una Ucrania neutral que sea una buffer zone entre la Unión Europea y Rusia” “si quisieran crear una Rusia más grande ya lo estarían haciendo, en realidad si quisieras quebrar al Estado Ruso deberías lograr que Rusia intenta construir una Rusia más grande”. No obstante la situación cambió repentinamente por la cancelación del Acuerdo de Asociación y el Acuerdo de Libre Comercio con la Unión Europea, realizado por el premier Ucraniano Viktor Yanukovich que desató una revolución en las calles de Kyiv.

Estas manifestaciones esporádicas, pero con su principal exponente en Kiyv, fueron de índole profundamente europeísta y nacionalista con diversos movimientos políticos que reivindicaban la identidad nacional ucraniana y que buscaban una mayor integración económica, la apertura del país, la lucha contra la corrupción política que veían reflejada en el gobierno pro ruso de Yanukovich. El mismo había traicionado los acercamientos a la Unión Europea producidos desde la Revolución Naranja de 2004, que eran ampliamente populares en el oeste y el centro del país.  Según Mearsheimer, la destitución del presidente ucraniano prorruso Yanukovych y la instalación de un nuevo gobierno antirruso sólo constituyeron “la última gota” para Putin y proporcionaron el detonante para que Putin interviniera en territorio ucraniano.

Y tiene correlación porque desde la perspectiva de Mearsheimer, lo que predomina en el mapa regional son los intereses rusos sobre la periferia y esta periferia es justamente Ucrania y Bielorusia. Para Mearsheimer, en el duro mundo de la política de las grandes potencias, es imposible que busques una integración más estrecha con Occidente si vives a las puertas de Rusia. “Los fuertes hacen lo que pueden y los débiles sufren lo que deben”, es como Tucídides hizo decir a los atenienses y de lo que hace eco el argumento de Mearsheimer.

Debilidad empírica

En contraposición, desde una perspectiva desde las tesis liberales, eso sería condenar a Ucrania a no tener plena soberanía de sus decisiones y a su vez a no ser un Estado democrático donde los ciudadanos puedan disentir, expresarse o elegir gobiernos que no obedezcan a Moscú. Otro hecho que demuestra la debilidad de Rusia tanto como potencia regional y como revisionista sobre el sistema internacional, es la necesidad de que los Estados de su periferia (tanto Europa del Este como Asia central) sean autoritarios y no democracias. Esto último, con la finalidad de hacer valer sus intereses, y lograr un predominio de la cultura rusa en términos de poder blando y poder incisivo (sharp power). 

Las numerosas intervenciones rusas en Georgia (2008), Chechenia (1999), Kazajistán en 2022 y la actual guerra de Ucrania demuestra que Rusia ha tenido que usar sus capacidades materiales para hacer valer su esfera de influencia, lo que otros Estados utilizan como un último recurso. 

Es de destacar que en realidad el propio gobierno ruso se muestra amenazado por la mal llamada “expansión de la OTAN”, a través de sus declaraciones. Rusia es considerada una potencia militar, pero no tiene una industria diversificada, depende de commodities en particular el gas y su complejo industrial militar es cuanto menos endeble. Por lo tanto, el argumento de que Rusia sea la potencia regional dominante sería cuanto menos, endeble. Como en las tesis realistas, el sistema internacional es un sistema anárquico donde predomina la ley del más fuerte, ¿Por qué los Estados de la OTAN y Estados Unidos en particular deberían aceptar los condicionamientos de la Federación Rusa? ¿Quién es más fuerte? ¿Occidente o la Federación Rusa?. 

Lógicamente, existe una asimetría militar entre la OTAN y Rusia. La reciente Cumbre de Madrid puso en evidencia la importancia de este concepto. Pero el activo que permite a Rusia librar la guerra sin la intervención de tropas de la OTAN justamente son sus armas nucleares, las cuales han sido utilizadas en numerosas amenazas a bombardeos de capitales europeas

Otro argumento que resuena en Mearsheimer es la llamada teoría del “Heartland”. Para Mackinder, el que domina Europa del Este es quien domina el corazón de la Tierra. El problema con la teoría de Mackinder es que era válida en 1904 cuando el resto del mundo al sur de Eurasia era una periferia sumamente atrasada donde la mayoría de los territorios eran colonias europeas. Actualmente, el eje productivo de las cadenas globales de valor se encuentra en Asia Pacífico y medio oriente, en especial la península arábiga concentra la mayor cantidad de gas y petróleo.

En verdad, durante la presidencia de Obama, la respuesta de su gestión a la anexión de Crimea por parte de Rusia puede ser considerada como «tibia» concentrando su atención en el Asia Pacífico. 

Imperialismo ruso

Todo estos contra argumentos que demuestran cierta debilidad empírica sugieren que cualquier explicación de la invasión debe considerar factores adicionales como la situación política interna de Rusia; la amenaza ideológica y simbólica que una Ucrania democrática y próspera representaría para el régimen político actual de Rusia; y el deseo potencial de un dictador envejecido de conquistar la inmortalidad a través de la expansión territorial.

Putin repetidamente se ha referido a la existencia de un Mundo Ruso antiguo (Russkiy mir) que debe ser restaurado para defender existencialmente a Rusia. Considera que Ucrania y Rusia son un mismo pueblo y que la independencia ucraniana fue un error derivado de la debilidad rusa al desintegrarse en la Unión Soviética. Esto recuerda a los escritos de Alexander Dugin , quien llama a un conflicto dialéctico de corte neo hegeliano, donde Rusia es considerado el principal polo geopolítico de las civilizaciones teocráticas, idealistas y defensoras de los valores tradicionales, destinado a estar en conflicto contra las civilizaciones tala socráticas, actualmente representadas por Estados Unidos y la OTAN con ideas liberales y impulsadas por la sociedad de mercado. 

Dugin fue consultor de Putin, por lo que no es una coincidencia que su invasión en territorio Ucraniano esté perfectamente alineada a la narrativa política que pretende instalar Dugin. Por lo tanto, para Putin es la simple idea de que Ucrania sea un país democrático y adopte un modelo atlantista de libre mercado y pueda institucionalizarse como una democracia liberal es inaceptable y la invasión demuestra que el acepta el enfrentamiento dialéctico con occidente en todos los sentidos, un enfrentamiento que aún con la guerra económica y energética contra Europa, lleva las de perder. Si Europa tiene faltantes de algunos productos y del gas, Rusia tendrá una completa escasez general de productos.  

Ante el imperialismo ruso, los europeos desearían que Mearsheimer tuviera razón en su perspectiva sobre el exceso de compromiso de EEUU y la OTAN para evitar la imposición de los intereses rusos en la región. Pero esta es una visión que no es del todo real. Después de todo, la entrada de Ucrania a la OTAN y la Unión Europea previamente a la invasión era vista como algo utópico.

Así mismo la posibilidad de un cese al fuego estable es más que remoto. Incluso con una público disenso y sanciones sin precedentes. Aun así, donde se detenga el ejército ruso, sea en Kherson, Donetsk o el Río Dniéper, Rusia está comprometida a erosionar o quebrar toda forma de democracia o soberanía de las repúblicas ex soviéticas, especialmente en Ucrania en cuanto Putin permanezca en el poder. Y el pueblo ucraniano ya ha demostrado de lo que es capaz al obligar al ejército ruso a hacer una retirada general al fracasar el Asedio de Kiyv: lucharán por su democracia e independencia hasta que las fuerzas rusas se retiren de Ucrania. 

Fuente portada: Financial Times

Leonardo Cabral

Leonardo Cabral tiene 23 años, es estudiante avanzado en el Plan Conjunto de Gobierno y RRII, Política y Administración Pública en la Universidad Argentina de la Empresa, Buenos Aires, Argentina. Es miembro del Comité de Medio Oriente del Consejo Argentino para las RRII (CARI). Actualmente es el enlace de “Nueva Proyección” realizando y supervisando proyectos de diseños de políticas públicas sobre áreas como medio ambiente, defensa, salud, y economía, así como también en la confección de proyectos de ley y la realización de entrevistas difundidas en medios digitales.

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Norberto Suarez
Norberto Suarez
23/08/2022 5:38 pm

Es una declaración prooccidental, se olvida que ucrania esta dividida en una parte proeuropea y otra parte ruso fona a la cual se le prohibió su idioma, sus costumbres y rituales. No olvidemos el golpe del Maidan, financiado por Washington y su revolución naranja, en un país divido políticamente, cuando una de las partes quiere dominar a la otra, se produce el conflicto (Kissinger) porque aun sigue teniendo vigencia la doctrina Monroe en el continente, donde EE.UU no permite ninguna base militar extranjera.